¿Cómo puedo corregir la ergonomía de mi puesto de trabajo?
Para corregir los errores cometidos hasta ahora y evitar lesiones mayores o evitar que aparezcan, lo primordial es trabajar con mobiliario ergonómico que permita adaptar la actividad que se ejerce a los movimientos cotidianos. La silla debe ser cómoda y debe tener altura ajustable. Es importante apoyar la espalda en el respaldo y alinear los hombros con la zona lumbar. Además los codos deben estar a la altura del escritorio de tal forma que los brazos formen un ángulo de 90 grados. Y por último no olvides tus pies: se recomienda no cruzar las piernas y dejarlos apoyados en el suelo o en un reposapiés.
La pantalla del ordenador debe estar en línea horizontal y a la altura de la vista para evitar inclinaciones del cuello forzosas y sufrir alguna lesión cervical. Además, ladistancia recomendada entre el monitor y los ojos debe ser como mínimo 45cm.
Una buena iluminación en el puesto de trabajo ayudará a no forzar la vista. La luz debe ser uniforme y sin deslumbramiento, además de garantizar una reproducción auténtica del color. Si la oficina dispone de luz natural trabaja con ella todo el tiempo que sea posible. En caso contrario adapta la iluminación a ‘luz fría’ y evita las luces cálidas.
Hacer pequeñas pausas por cada hora trabajada ayudará a mantener la mente despejada. Lo ideal es aprovechar esas pausas para dar un paseo y tomar aire fresco. Si no fuese posible, existe la posibilidad de realizar pequeños ejercicios en el mismo puesto de trabajo.
En resumen, la ergonomía en trabajos de oficina es un punto a tener en cuenta para mejorar tanto la concentración como la productividad de los empleados.